El 22 de septiembre de 2008 la banda terrorista ETA asesinaba en Santoña (Cantabria) al brigada del Ejército de Tierra LUIS CONDE DE LA CRUZ, mediante la explosión de un coche-bomba. En el atentado resultó herido grave otro militar, José Manuel Martín de Andrés, capitán del cuerpo sanitario del Ejército en Zaragoza, que fue ingresado en el Hospital de Laredo con una fractura abierta de fémur, aunque su vida no corría peligro.
Otras cuatro personas tuvieron que ser atendidas tras el atentado, entre ellas Lucila Escobedo San Miguel, de 70 años de edad, que fue ingresada muy grave en el Hospital de Laredo por crisis de ansiedad y accidente cerebrovascular. También con crisis de ansiedad fueron ingresadas en el hospital Soledad Martínez Fraile, de 51 años, dada de alta horas después, y Leonor Juncal Gómez, de 82 años, que también fue dada de alta a las pocas horas. Otra de las heridas, Matilde Redondo Gutiérrez, de 54 años, tuvo que ser ingresada por fuerte dolor torácico.
Era el tercer coche-bomba que la banda terrorista ETA colocaba en apenas veinticuatro horas. A las 23:15 horas del sábado 21, una llamada alertaba de la colocación de un coche-bomba frente a la sede de Caja Vital en Vitoria, que hizo explosión poco después. Pocas horas más tarde, a las 4:30 horas del domingo, diez personas resultaron heridas tras la explosión de un coche-bomba aparcado junto a la comisaría de la Ertzaintza en Ondárroa (Vizcaya). El vehículo contenía unos 100 kilos de explosivos, igual que el de Vitoria, pero en este caso ninguna llamada alertó de su colocación. Además, la semana anterior la banda terrorista intentó asesinar a un policía nacional con una bomba-lapa colocada en los bajos del vehículo particular del agente. El artefacto no llegó a explotar, y fue detectado en la comisaría de la localidad vizcaína de Basauri, tras haber recorrido más de diez kilómetros desde el barrio bilbaíno de Zorroza, en compañía de un familiar.
La explosión del coche-bomba se produjo en la calle Almirante Carrero Blanco del municipio cántabro, cerca del Patronato Militar Virgen del Puerto, academia de formación de miembros del Ejército. En la residencia militar de la academia residían tanto el brigada Conde de la Cruz, que estaba ahí por vacaciones, como el militar herido, el capitán Martín de Andrés. Ambos fueron sorprendidos por la explosión cuando desalojaban el edificio, minutos después de que se hubiese recibido un aviso de la banda a la asociación Detente y Ayuda (DYA) de San Sebastián. Tras recibir la llamada de alerta, la DYA informó al Departamento vasco de Interior, que trasladó el aviso a las autoridades cántabras, pero el escaso margen de tiempo entre la llamada de aviso y la explosión del coche impidió que las instalaciones fueran totalmente desalojadas.
Su viuda contó en ABC el 26 de septiembre de 2008 cómo sucedió todo:
"Era la una menos cinco o así. Estábamos en la cama, dormidos. De repente llamaron a la puerta y nos dijeron que saliéramos al patio, que había una amenaza de bomba. Nos vestimos como pudimos y salimos de la habitación corriendo. Yo salí con la parte de arriba del pijama, con unas chanclas, en fin, como pudimos. Y mi marido iba delante de mí. Recuerdo que le dije que saliéramos al patio, pero me contestó que allí no había nadie y que se trataba de salir de allí como fuera. Abrió la puerta, salió y ocurrió todo. Fue un estallido tan grande, tan grande... el ruido, el fogonazo... Me tapé los ojos con el brazo y agaché la cabeza porque empezaron a caer cascotes y cristales. Luego pude verlo. Estaba tirado en el suelo. Le tomé el pulso y comprobé que tenía un hilito de vida. Enseguida me desalojaron de allí. Me han partido la vida en dos".
El coche utilizado para cometer el atentado fue robado en Francia el 12 de septiembre, según informó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Asimismo, valoró el atentado como un demostración de fuerza de la banda terrorista ETA después de que el Tribunal Supremo ilegalizase las formaciones ANV, el 17 de septiembre, y el Partido Comunista de las Tierras Vascas dos días después, el 19 de septiembre, y de que la Audiencia Nacional hubiese condenado a diez años de cárcel a la cúpula de Gestoras pro Amnistía, también el día 17 de septiembre.
El cuerpo del brigada asesinado fue trasladado al tanatorio del Hospital de Valdecilla en Santander. La capilla ardiente fue velada durante toda la noche por varios de sus compañeros y cuatro sargentos alumnos de la escala básica de suboficiales a la que pertenecía Iván, hijo del brigada asesinado. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, impuso durante el funeral al militar la Medalla al Mérito Militar con distintivo amarillo, a título póstumo.
En marzo de 2011 fueron detenidos en Vizcaya los etarras Daniel Pastor Alonso, Iñigo Zapirain Romano, Beatriz Etxebarria Caballero y Lorena López Díaz. De los cuatro, tres de ellos participaron presuntamente en el atentado que acabó con la vida de Luis Conde: Daniel Pastor Alonso -que guardaba en una lonja 200 kilos de explosivos- y la pareja formada por Iñigo Zapirain Romano y Beatriz Etxebarria Caballero, según se desprende de la documentación que se les incautó y de los interrogatorios a los que han sido sometidos. Asimismo se confesaron autores del atentado que acabó con la vida del inspector de Policía Nacional Eduardo Puelles, el 19 de junio de 2009 en Arrigorriaga, y de otros atentados, como el cometido con un coche bomba contra una casa-cuartel de Burgos el 29 de julio de 2009. Los cuatro terroristas eran miembros del grupo Otazua de ETA, llamado así por el etarra Arkaitz Otazua, fallecido en septiembre de 2003 cuando participaba en una emboscada contra una patrulla de la Ertzaintza en el Alto de Herrera (Álava).
Luis Conde de la Cruz tenía 46 años cuando fue asesinado. Estaba casado con Lourdes Rodao y tenía un hijo, Iván, de 24 años, que era alumno de la escala de suboficiales de la Academia de Artillería. Estaba destinado en Segovia y se encontraba en Santoña pasando unos días de vacaciones, algo que el matrimonio hacía todos los años. El brigada y su mujer tenían previsto regresar a Segovia el mismo día del atentado. Luis Conde era natural de Pinilla de Ambroz (Segovia), y había ingresado en el Ejército en 1981. En julio de 2000 ascendió a brigada, siendo destinado a la Academia de Artillería en la que también estudiaba su hijo. Ambos esperaban ilusionados que en pocos meses Luis Conde hubiese entregado a su único hijo los galones de sargento. Fue la tercera víctima mortal de las cuatro asesinadas por la banda terrorista ETA en el año 2008, tras Isaías Carrasco Miguel, el 7 de marzo, y el guardia civil Juan Manuel Piñuel Villalón, el 14 de mayo. El 3 de diciembre de 2008 la banda asesinaría en Azpeitia a Ignacio Uría Mendizábal, propietario de una de las empresas constructoras del Tren de Alta Velocidad (TAV) vasco.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.