Poco antes de las once de la mañana del 13 de junio de 1990 la banda terrorista ETA asesina en el Paseo de La Concha de San Sebastián de un disparo en la cabeza al coronel de Infantería retirado JOSÉ LASANTA MARTÍNEZ. El etarra disparó al coronel a la altura del Hotel Londres y, a continuación, salió corriendo hacia la calle Zubieta. La víctima presentaba un orificio de entrada por el ojo y otro de salida por la nuca, con pérdida de masa encefálica. La Policía recogió en el lugar de los hechos un casquillo 9 milímetros parabellum del año 1974.
Los servicios de la Cruz Roja intentaron reanimarlo en el mismo lugar de los hechos, ya que presentaba parada cardiorrespiratoria. El militar, trasladado inmediatamente al Hospital de la Cruz Roja, falleció una hora después.
Las reacciones políticas al asesinato no se hicieron esperar. José María Gurrutxaga, gobernador civil de Guipúzcoa, atribuyó el atentado a "la banda criminal ETA" y pidió la colaboración de los ciudadanos para conseguir que los autores de estos asesinatos "estén donde deben estar, que es en la cárcel". Gurrutxaga agregó que no caben dudas sobre quiénes son los responsables de este tipo de actos, ya que "en Euskadi, en estas condiciones de cobardía y miseria, tan sólo mata ETA". Los partidos políticos del Ayuntamiento de San Sebastián, excepto Herri Batasuna (HB), condenaron el atentado terrorista y pidieron la participación de los donostiarras en los actos de condena y denuncia que habían convocado. En un comunicado recordaron que no se puede olvidar a aquellos que con su silencio o apoyo alimentan la violencia. La ejecutiva del PSE-PSOE cree que la opinión pública vasca debe reaccionar ante la violencia que ejerce de manera permanente ETA. El portavoz de este partido, Odón Elorza, indicó que esta nueva acción terrorista "supone la intensificación de ETA de sus labores típicas de precampaña", en referencia a las siguientes elecciones autonómicas que se iban a celebrar en otoño. Un portavoz de Eusko Alkartasuna recordó a la organización terrorista que la mayoría absoluta de la población vasca ha rechazado en múltiples ocasiones las acciones violentas, y advirtió que los ciudadanos jamás aceptarán como sumisión el imperio de las armas. Para Xabier Gurrutxaga, de Euskadiko Ezkerra, atentados como el de José Lasanta, contra un anciano, obligan a que el objetivo de la paz se anteponga ante cualquier cosa para la sociedad. El Partido Popular, por su parte, consideró que "esta villanía de la organización terrorista ETA debe permanecer en la memoria cuando en las próximas elecciones autonómicas se presenten aquellos partidos que no condenan la violencia criminal o permiten que existan alcaldías de Herri Batasuna".
Los autores materiales del asesinato de José Lasanta no han sido juzgados. Sí fue condenado en 1995 como cómplice a 23 años de reclusión mayor Francisco Javier Balerdi Ibarguren, que en este atentado actuó como informador de la banda terrorista realizando varios seguimientos de la víctima que propiciaron su asesinato. Cuando fue detenido, en junio de 1992, el etarra trabajaba en el seno del grupo municipal de Herri Batasuna en el Ayuntamiento de San Sebastián.
José Lasanta Martínez, de 74 años, había nacido en Cienfuegos (Cuba) y estaba soltero. Había ingresado en el Ejército en 1936, alcanzando la graduación de coronel de Infantería en 1977. Se había retirado en 1980, diez años antes de ser asesinado. Anteriormente había estado destinado en el regimiento de Infantería Sicilia, en Loyola. Lasanta Martínez era una persona muy conocida en San Sebastián, ya que llevaba varios años residiendo en la ciudad. El coronel Lasanta había sido juez instructor del Juzgado número 2 del antiguo Tribunal Militar especializado en delitos de terrorismo.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.