El 21 de junio de 1987 fallecieron FELIPE CAPARRÓS UBIERNA y CONSUELO ORTEGA PÉREZ, dos días después de que la banda terrorista ETA hiciera estallar un coche-bomba en el aparcamiento del centro comercial de Hipercor en Barcelona.
Felipe Caparrós Ubierna tenía 44 años y estaba casado con Ángeles Alemán Sánchez. Trabajaba en la empresa de seguros C.A.P. Internacional S.A. Tenía un 60% del cuerpo quemado y falleció en el Hospital del Valle de Hebrón por una complicación respiratoria. Los médicos del hospital tenían intención de someterle a una operación en la mañana de ese día 21, pero tras realizarle diversos análisis a primera hora de la mañana, decidieron aplazarla. Falleció en torno a las 12:50 horas.
Consuelo Ortega Pérez, de 67 años, sufrió quemaduras graves en el 80% de su cuerpo. Ingresó en estado crítico y falleció en torno a las dos de la tarde. Su hermana Gloria, que estaba con ella en el momento de la explosión del coche-bomba, resultó gravemente herida. Según la sentencia 848/2004 de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Gloria "curó de sus lesiones a los 174 días, quedándole graves secuelas, consistentes en cicatrices hipertróficas permanentes en frente, nariz, mejilla izquierda y hemicara derecha; cicatrices en tronco y abdomen, cicatrices y retracciones de comisuras en miembros superiores, cicatrices hipertróficas e hipercrómicas en miembros inferiores y glúteos. Necesidad de intervención en manos y cara".
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.