El vehículo cargado de explosivos estaba colocado en la confluencia de la avenida de la Meridiana con la avenida Vizcaya, y explotó al paso de una patrulla de la Guardia Civil. Juan había aparcado el coche e iba andando por la calle en dirección a casa de su hermano, Jesús, para dejarle una documentación y visitar a sus sobrinos. La explosión del coche-bomba se lo impidió.
La deflagración provocó el incendio de dos vehículos y afectó parcialmente a otros doce. También se vieron dañados edificios de los alrededores, provocando heridas leves a varios vecinos, consecuencia de la rotura de los cristales.
Además de la muerte en el acto de Juan, el coche bomba causó heridas a siete personas, entre ellas tres guardias civiles. Los tres guardias civiles heridos fueron Manuel Chica López, Juan García Estévez (de 31 años), y José Manuel Fernández Cubillo, que fue trasladado al Hospital Clínico con conmoción cerebral, heridas de metralla en la cara y en la pierna y mano derecha. Las heridas de Manuel no revestían gravedad. Sin embargo Juan García necesitó 310 días de asistencia médica. Por su parte, José Manuel Fernández Cubillo permaneció más de un año bajo cuidados médicos, y quedó ciego, además de sufrir otras graves secuelas.
También sufrieron heridas de menor gravedad los transeúntes Nicasio Pozo Dávila, Luisa Valiño Dávila, Tomás Martín Espinosa, Manuel Cifuentes Trequeros y Patricia Martínez Vera.
Este atentado era el segundo que se producía en Barcelona por el método del coche bomba en el plazo de una semana. El viernes 27 de marzo una furgoneta-bomba había provocado la muerte del guardia civil Antonio González Herrera.
Días después del atentado ETA remitió un comunicado en la que lamentaba la muerte de un civil, pero advertía a la población, con su lenguaje bélico habitual, que tomara "precauciones en las inmediaciones de las instalaciones y de los miembros de las fuerzas de ocupación, susceptibles de ser en cualquier momento objetivos militares de nuestra organización". Juan fue el primer civil asesinado por ETA en Cataluña.
Por el asesinato de Juan fueron condenados en 1989 Domingo Troitiño Arranz y Josefa Mercedes Ernaga Esnoz. A ambos se les impuso una pena total de 168 años. En 2002 fue condenado a 95 años Rafael Caride Simón. Los tres formaban parte del grupo Barcelona de ETA. Domingo Troitiño, detenido en septiembre de 1987, fue el etarra que colocó el coche cargado de explosivos y líquido inflamable en el parking de Hipercor el 19 de junio de 1987, atentado que provocó veintiuna víctimas mortales. Su hermano Antonio Troitiño es también un sanguinario terrorista, autor, entre otros atentados, del asesinato de 12 guardias civiles en la madrileña plaza de República Dominicana el 14 de julio de 1986.
Juan Fructuoso Gómez tenía 27 años y estaba soltero. Era técnico industrial. Su hermano, el escultor Jesús Fructuoso, es el autor del monumento en memoria de las víctimas del terrorismo que se levantó en Tarrasa (Barcelona) en 2002. También es autor de la escultura en memoria de las víctimas del terrorismo que se hizo en Lérida en 2008.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.