Cuatro años después, el 22 de octubre de 1982, y también en Guecho (Vizcaya), la banda terrorista ETA asesinaba a DOMINGO JAVIER GARCÍA GONZÁLEZ, propietario del Bar Nicolás en la localidad vizcaína. Domingo estaba en el bar de su propiedad, en la calle Andrés Cortina, donde en esos momentos se encontraban apenas media docena de clientes. Poco antes de las 19:00 horas, dos miembros de la banda terrorista ETA entraron en el local a cara descubierta y con las pistolas en la mano. Tras ordenar a los clientes que se estuviesen quietos, se dirigieron a Domingo, que se encontraba detrás de la barra del bar, y uno de ellos efectuó dos disparos directamente a la cabeza de la víctima y luego la remató en el suelo a bocajarro. "Uno de los autores del atentado", según contó un cliente del bar, "gritó entonces: 'Quietos todos'. Añadió 'gora ETA militarra' y seguidamente ambos se dieron a la fuga" (El País, 23/10/1982). En el lugar de los hechos se recogieron dos casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum, marca SF.
En marzo de 2010 se detuvo en Francia a José Lorenzo Ayestaran Legorburu, alias Fanecas, un etarra de la vieja ETA, la que se benefició de la amnistía de 1977, con veinte atentados y diez asesinatos a sus espaldas, entre ellos el de Domingo García González. El veterano asesino se reincorporó casi inmediatamente después de beneficiarse de la amnistía a la banda terrorista, manteniéndose activo durante los años ochenta. Posteriormente fue deportado a Venezuela, y Hugo Chávez estuvo a punto de concederle la nacionalidad venezolana, pese a que España había pedido su extradición en 1996. La Audiencia Nacional tiene dictadas varias órdenes de búsqueda y captura contra él en, al menos, diez sumarios. Ayestaran fue arrestado junto al número uno y jefe militar de ETA, Ibon Gogeaskoetxea y Beinat Aguinagalde en la localidad francesa de Cahan.
Domingo Javier García González era natural del barrio de Deusto, en Bilbao, aunque vivía en Guecho. Tenía 30 años, estaba casado y era padre de tres niños de corta edad: un niño de apenas año y medio y dos niñas, la mayor de 5 años. Según su esposa, Domingo no había sido amenazado en ninguna ocasión y no militaba en ningún partido político.
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