El 11 de diciembre de 1980, sobre las 20:30 horas, ETA militar asesinaba en un bar de Éibar (Guipúzcoa), y en presencia de su novia, Beatriz Aranzábal, al inspector de Policía JOSÉ JAVIER MORENO CASTRO, disparándole por la espalda dos tiros en la cabeza.
Aquel día José Javier Moreno había quedado con su novia en el Bar Bikini, situado en la calle Bidebarrieta de la localidad guipuzcoana, tal y como la pareja acostumbraba a hacer habitualmente. Tras dirigirse a la barra, donde estaba Beatriz, el policía se sentó en un taburete sin ser consciente de que su llegada había llamado la atención de Fidel González García, miembro de ETA que, acto seguido, se levantó y salió del bar en busca de otros terroristas. El etarra decidió, sobre la marcha, asesinar al policía, por lo que se dirigió a su propia vivienda, donde alojaba a otros dos miembros de la banda: Ángel María Recalde Goicoechea y Fermín Ancizar Tellechea. Una vez allí los tres acordaron ir en coche hasta el Bar Bikini y, en caso de que el inspector Moreno Castro siguiera aún ahí, acabar con su vida. Uno de los tres se quedó en el coche, para facilitar la huida de sus compañeros, mientras los otros dos entraron en el local y fueron directamente hasta el lugar donde estaban José Javier Moreno y su novia. Uno de ellos, por la espalda y a corta distancia, descerrajó dos tiros en la nuca de José Javier, provocándole la muerte instantánea, tras lo cual volvieron al coche y se dieron a la fuga.
El Bar Bikini había sido muy frecuentado por miembros de la Policía, pero últimamente la asistencia de éstos había disminuido de manera notable al haber sido trasladada la comisaría tres meses antes de la muerte de José Javier. Éste, sin embargo, seguía acudiendo al local porque su novia residía en las proximidades.
Al llegar a la escena del crimen, las Fuerzas de Seguridad recogieron dos casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum, marca SF. Una ambulancia trasladó el cuerpo sin vida de José Javier Moreno a la comisaría de Policía de Éibar, donde fue instalada la capilla ardiente. ETA militar reivindicaría el crimen dos días más tarde, el 13 de diciembre, mediante una llamada telefónica al diario Deia.El 12 de diciembre, a la una y media del mediodía, se celebró el funeral por el alma del inspector Moreno Castro, en la Iglesia de San Andrés, en Éibar, al que acudieron diversas autoridades civiles y militares. Ese mismo día a las nueve de la mañana, poco más de veinticuatro horas después del atentado, el Ayuntamiento de Éibar convocó un pleno extraordinario con carácter de urgencia para consensuar un comunicado de condena. Todos los concejales, excepto los cuatro ediles de Herri Batasuna, respaldaron el texto.
Tras ser detenidos en 1981, los etarras Fidel González García, Ángel María Recalde Goicoechea y Fermín Ancizar Tellechea fueron condenados por la Audiencia Nacional a sendas penas de 28 años de reclusión mayor por el asesinato de José Javier Moreno.
José Javier Moreno Castro, de 27 años, era natural de Puentes de García Rodríguez (La Coruña), estaba soltero y no tenía hijos. José Javier Moreno estaba destinado en la comisaría de Policía de Éibar desde un año y medio antes de su asesinato. Tras el atentado que le costó la vida, amigas de su novia, Beatriz Aranzábal, declararon que el joven inspector no quería comprometerse formalmente con su pareja porque estaba convencido de que iban a asesinarlo (ABC 12/12/1980). En marzo de 2005, José Javier Moreno fue ascendido con carácter honorífico y a título póstumo al cargo de Inspector Jefe del Cuerpo Nacional de Policía. Moreno Castro fue la última víctima mortal del año 1980, año que ostenta el triste récord de víctimas mortales, con 98.
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