El 10 de enero de 1980 la banda terrorista ETA asesinaba en Vitoria al comandante de caballería JESUS VELASCO ZUAZOLA, jefe del Cuerpo de Miñones de Álava, una Policía foral que hunde sus raíces en la Edad Media y que depende de la Diputación.
Como todos los días llevaba a Begoña e Inés, dos de sus cuatro hijas, de 16 y 12 años, al colegio de las Ursulinas, además de a otras dos amigas. Nada más bajar del coche las cuatro niñas un individuo descendió de un taxi. Sin mediar palabra, disparó varias ráfagas contra el vehículo del comandante Velasco, hiriéndolo de muerte. Aparte del autor material de los disparos, en el taxi (robado a punta de pistola) viajaban otros dos terroristas. La menor de las dos hermanas, Inés, pudo ver la cara del agresor que "era una cara de rabia" según recogieron todos los medios de comunicación.
Según su cuñado, Jesús "era vasco por los cuatro costados, y español, como todos nosotros". "Como buen militar", añadió, "tenía un profundo respeto a las instituciones y nunca se metió en política". Su asesinato causó una gran conmoción y algunos quisieron ver en el mismo un ataque a la Policía foral y a las instituciones vascas. Sin embargo, su viuda quiso dejar claro en el entierro que a su marido lo habían asesinado por su condición de militar, y no por lo que decían algunos políticos nacionalistas. Por ello, ante la tumba de su marido gritó un "Viva España".
Por este atentado fueron juzgados varios terroristas. En 1981 la Audiencia Nacional condenó a Moisés Izar de la Fuente Martínez de Arenaza y a Pedro Manuel González Alonso a 6 años de prisión menor en concepto de cómplices del asesinato. En 1994 fue condenado José Ramón López de Abechuco Liquiniano a 18 años de reclusión mayor. Abechuco fue quien confirmó al grupo Araba de ETA la información sobre la víctima recopilada por Izar de la Fuente y González Alonso. En 1998 fue condenado a 28 años de reclusión mayor Ignacio Arakama Mendia como cooperador necesario en el atentado. Otro de los acusados, José Lorenzo Ayestarán Legorburu, alias Fanekas, huyó a Venezuela y no ha podido ser juzgado aún por el asesinato de Jesús. En 2006 el presidente Hugo Chávez estuvo a punto de concederle la nacionalidad venezolana. Ayestarán Legorburu fue detenido en Francia en febrero de 2010.
Jesús Velasco Zuazola acababa de cumplir 47 años. Estaba casado con Ana María Vidal-Abarca y tenía cuatro hijas (Ana, Begoña, Inés y Paloma) de entre 2 y 16 años. Tras el atentado, Ana María y las niñas abandonaron el País Vasco y se trasladaron a vivir a Madrid. Ana María Vidal-Abarca fundó en 1981 la Asociación de Víctimas del Terrorismo junto a otras dos mujeres: Sonsoles Álvarez de Toledo e Isabel O´Shea.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.