El 18 de agosto de 1979 fallecía en el Hospital de La Paz el joven atleta JOSÉ MANUEL JUAN BOIX veinte días después de quedar gravemente herido como consecuencia de la explosión de la segunda bomba de una cadena de atentados indiscriminados de la banda terrorista ETA en el aeropuerto de Barajas y en las estaciones de tren de Chamartín y Atocha. Con su muerte se elevaba a siete el número de víctimas mortales provocadas por las explosiones: cinco de ellas murieron el mismo 29 de julio de 1979 y la sexta víctima, Dionisio Rey Amez, falleció el 2 de agosto.
José Manuel fue herido por la segunda de las bombas, la de la estación de Chamartín, que mató en el acto a la estudiante danesa Dorothy Fertig. Ingresado en La Paz, se le diagnosticó un politraumatismo de pronóstico muy grave y, aunque los primeros partes médicos indicaban una evolución favorable, la situación empeoró, falleciendo el 18 de agosto.
José Manuel Juan Boix tenía 18 años y era natural de Zaragoza. Estudiante y prometedor atleta, se le vaticinaba un gran futuro como corredor de fondo. Cuando fue asesinado por ETA era el atleta aragonés de fondo con mayor proyección internacional y acababa de ganar el Campeonato de España junior de tres mil metros lisos. Poco antes, se había proclamado campeón del mundo en Limerick (Irlanda), como parte del equipo junior de campo a través, y había conseguido la mínima para participar en el Campeonato de Europa Junior al Aire Libre. Su corta vida deportiva la desarrolló en dos clubes aragoneses: el Iris y el Scorpio 71. La pista de atletismo de Zaragoza lleva su nombre y cada año, desde su asesinato, se organiza un Memorial en su nombre en esa ciudad. La primera vez que se disputó la prueba fue el 5 de julio de 1980, ganándola Jorge García, compañero de José Manuel en la selección española que ganó el Campeonato Mundial de campo a través junior en el año 1979.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.