A las doce del mediodía del 19 de junio de 1979, la banda terrorista ETA asesinaba a tiros en Irún (Guipúzcoa) a HÉCTOR ABRAHAM MUÑOZ ESPINOZA, anticuario chileno que vivía en esta localidad guipuzcoana desde hacía ocho años.
Héctor fue abatido a tiros por dos terroristas cuando se encontraba sentado en una butaca en el interior de una de las dos tiendas de antigüedades que había instalado en la localidad. Herido de muerte, la víctima trató de refugiarse detrás de un escritorio, donde fue rematado por los agresores. La Policía encontró más tarde en el lugar del suceso cinco casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum, marca FN. Tres de las balas habían alcanzado a la víctima en la cabeza, el corazón y el cuello. Los asesinos huyeron rápidamente en un vehículo aparcado en las proximidades y en el que esperaba al volante un tercer terrorista.
En un primer momento, pocas personas conocían la filiación política del asesinado, aunque a media tarde empezaron a extenderse los rumores por la localidad. Uno de ellos, no confirmado, señalaba a Héctor Abraham Muñoz Espinoza como el autor de varios artículos cuya tesis de fondo era una defensa a ultranza de la Policía de Pinochet. Sea como fuere, ETA reivindicó el asesinato del anticuario acusándole de estar relacionado con "distintos servicios informativos (sic) internacionales".
Héctor Abraham Muñoz Espinoza había nacido el 2 de mayo de 1940 en la localidad chilena de Concepción, por lo que tenía 39 años cuando fue asesinado. Había contraído matrimonio con una ciudadana francesa con la que llegó a Irún en 1971. Allí abrió dos tiendas de antigüedades. El matrimonio no tenía hijos. Héctor había recibido varias amenazas de muerte y desde hacía algún tiempo estaba considerando la posibilidad de liquidar su negocio y salir fuera del País Vasco. El anticuario mantuvo en su momento una estrecha relación con Julio Martínez Ezquerro, concejal de la localidad asesinado por la banda terrorista en noviembre de 1977. Al día siguiente Héctor fue enterrado en la intimidad en el cementerio de Irún, con la asistencia sólo de familiares y allegados.
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