A las nueve de la mañana del 22 de junio de 1979 fallecía en Basauri (Vizcaya) el agente comercial DIEGO ALFARO ORIHUELA, horas después de haber recibido un disparo en la cabeza. El vehículo en el que viajaba Diego, con otros dos agentes comerciales, se vio fortuitamente involucrado en mitad de un fuego cruzado entre terroristas y miembros de la Policía Nacional.
En torno a las 23:00 horas del día 21 de junio dos autobuses con agentes de la Policía Nacional se dirigían al cuartel de Basauri, después de terminar de prestar servicio en Bilbao. El cuartel estaba junto a la cárcel y muy cerca de la autopista Bilbao-Behobia.
Cuando los agentes, que acababan de ser relevados de sus funciones de vigilancia en Bilbao, llegaban al patio del acuartelamiento, miembros de la banda terrorista ETA comenzaron a dispararles desde la autopista. Los centinelas que estaban en las garitas y la dotación de un blindado de la Policía que prestaba protección respondieron a la agresión. A ellos se unieron inmediatamente numerosos efectivos de Policía que reaccionaron rápidamente ante el ataque. Se inició entonces un intenso tiroteo que sorprendió en medio del fuego cruzado a un Simca 1200 en el que viajaban tres agentes comerciales.
Durante un espacio aproximado de cinco minutos los efectivos policiales barrieron la zona próxima al lugar desde donde se había efectuado el atentado, con frecuentes tiroteos e intercambios de disparos. Al darse cuenta de lo que sucedía los ocupantes del coche se agacharon para no ser alcanzados por las balas, dos de las cuales penetraron en el vehículo por la luna trasera. Diego Alfaro Orihuela -que viajaba en el asiento posterior del automóvil-, fue alcanzado de lleno en la cabeza por un proyectil que le fracturó el cráneo, provocándole pérdida de masa encefálica.
En medio de la confusión provocada por el tiroteo, los policías se percataron de que los ocupantes del vehículo habían resultado heridos, y los trasladaron urgentemente al Hospital Civil de Bilbao. El conductor, y propietario del vehículo tiroteado, Alberto de Miguel Pernaute, de 49 años de edad, natural y vecino de Pamplona, fue asistido de shock nervioso leve; Francisco García García, de 43 años, natural de Toledo y domiciliado en Madrid, presentaba un golpe leve en la cabeza. Los servicios médicos del hospital no pudieron hacer nada por salvar la vida de Diego Alfaro.
Este mismo cuartel de la Policía Nacional en Basauri había sufrido otro atentado hacía seis meses, el 20 de noviembre de 1978. En aquella ocasión, un comando ametralló el campo de deportes donde una treintena de agentes jugaba un partido de fútbol. Dieciséis policías resultaron heridos y dos, Benjamín Sancho Legido y José Benito Sánchez, resultaron muertos.
Diego Alfaro Orihuela, de 50 años de edad y casado, era natural de Jerez de la Frontera, pero residía en Sevilla. Estaba de paso en el País Vasco por motivos laborales.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.