El 9 de abril de 1979 la banda terrorista asesina a DIONISIO IMAZ GOROSTIZA, dueño de un modesto taller mecánico en Villafranca de Ordicia (Guipúzcoa).
Dionisio fue sorprendido por dos miembros de ETA en el momento en el que se disponía a retirar su automóvil del taller mecánico, con el objeto de dejar paso a otro coche propiedad del contable del taller, Obdulio López Ruiz. Todas las mañanas la víctima realizaba a pie el trayecto de apenas trescientos metros que separaban su domicilio del taller. Su contable le esperaba en la puerta del local, para que Dionisio quitase su vehículo y poder así sacar el suyo, que guardaba en el taller por las noches. En el momento en que realizaba la maniobra, los etarras, con la cara cubierta por capuchas, le dispararon cinco tiros a bocajarro. A continuación, los dos pistoleros huyeron en otro vehículo, donde les esperaba un tercer miembro de la banda.
Los terroristas pertenecían al Comando Txefe Sarasola, desarticulado por la Policía once meses después, en marzo de 1980. El Txefe Sarasola estaba integrado por Eugenio Antonio Irastorza Fernández, Agustín Cortés Lorenzo, Francisco Senar Ijurco. Un cuarto miembro, Agustín Imaz Sorozábal, consiguió huir en ese momento, aunque sería detenido en 1987.
En 1981 fueron condenados a 29 años por el asesinato de Dionisio dos de los miembros del Txefe Sarasola: Eugenio Antonio Irastorza Fernández y Agustín Cortés Lorenzo.
Dionisio Imaz Gorostiza tenía 55 años. Estaba casado y tenía una hija. Era de ideología tradicionalista moderada.
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