El 3 de febrero de 1979 la banda terrorista ETA asesina en Andoain (Guipúzcoa) al guardia civil JOSÉ DÍEZ PÉREZ. En el atentado resultaron heridos de gravedad sus compañeros Miguel Madariaga Lope y Antonio Piqueras.
En torno a las 20:00 horas de ese día tres miembros de la banda terrorista, apostados frente al cuartel de la Guardia Civil del barrio de Bazcargo en Andoain, abrieron fuego con metralletas contra un grupo de agentes que se encontraba en la puerta del recinto. Tras tirotearlos, huyeron del lugar en un Peugeot 504 que habían robado previamente. No pudieron ser capturados pese a los intensos controles establecidos por las fuerzas de seguridad nada más producirse el atentado. Dos días después, el 5 de febrero, ETA militar asumió su responsabilidad en este atentado mediante un comunicado que hizo llegar a varios medios de comunicación.
Tres guardias civiles resultaron alcanzados por las balas. José Díez Pérez, el más grave, fue trasladado por sus compañeros a la Policlínica de San Sebastián, donde falleció poco después. El teniente Miguel Madariaga Lope, zaragozano de 30 años, resultó gravemente herido, aunque logró salvar la vida. Un tercer guardia civil, Antonio Piqueras, natural de Albacete, sufrió lesiones menores, aunque el atentado le dejó graves secuelas psicológicas y tuvo que abandonar el servicio activo. Antonio estaba casado y tenía un hijo.
El domingo 4 de febrero se celebró el funeral por el alma de José Díez Pérez en la capilla del Hospital Militar, junto con el de Esteban Sáez Gómez, también guardia civil, que falleció ese día al no poder superar las graves heridas que sufrió en el atentado sufrido el 29 de enero de 1979. Familiares, amigos y numerosos compañeros de las víctimas, así como los gobernadores civil y militar de Guipúzcoa, asistieron a los funerales de cuerpo presente. Tras el mismo, y cuando los féretros eran introducidos en furgones para ser inhumados en sus lugares de nacimiento, se cantó el himno de la Guardia Civil y se profirieron gritos de "Viva España", "Viva la Guardia Civil" y "Muera ETA". Parecida escena se vivió al día siguiente, 5 de febrero, durante el entierro en Córdoba, donde los gritos de "ETA asesina" se acompañaron de proclamas contra Adolfo Suárez por traidor.
José Díez Pérez tenía 25 años, era natural de Córdoba y estaba soltero.
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