El 6 de febrero de 1979 la banda terrorista ETA asesinaba al alcalde de Olaberría, diputado foral de Guipúzcoa y miembro del partido Guipúzcoa Unida, JOSÉ ANTONIO VIVÓ UNDABARRENA. Además, José Antonio era jefe de personal de Aristrain desde 1956.
Sobre las 21:15 horas dos encapuchados tocaron al timbre de su domicilio (un cuarto piso) en el barrio de Yurre en Olaberría. Previamente habían robado un vehículo a punta de pistola, secuestrando a su conductor, al que dejaron atado a un árbol en Beasain. La esposa de José Antonio abrió la puerta y, tras amenazarla a ella y a dos de sus hijos, y arrancar los cables del teléfono, se lo llevaron por la fuerza. A los pocos segundos se oyeron varias detonaciones en el portal y, cuando bajaron, pudieron comprobar que José Antonio había recibido tres impactos de bala en el estómago, el costado y el omoplato. Trasladado a la Clínica San Miguel de Beasain ingresó cadáver. La capilla ardiente se instaló en el Palacio de la Diputación Foral de Guipúzcoa y sus restos fueron inhumados en Polloe.
La terrorista que efectuó los disparos acabando con la vida de José Antonio Vivó fue Mercedes Galdós Arsuaga, detenida en 1986 y condenada a 29 años de prisión en 1988. El pistolero que la acompañaba y que, según la sentencia, disparó al unísono contra José Antonio, Félix Ramón Gil Ostoaga, fue condenado a las mismas penas en 1994. También participó en el asesinato el etarra José María Zaldúa Corta, al igual que en el atentado de Azpeitia del 13 de enero de 1979 que acabó con la vida de tres guardias civiles. Zaldúa Corta nunca fue juzgado en España por sus crímenes. Murió de un infarto en Francia en septiembre de 2010.
En mayo de 2002 se le concedió el tercer grado a Gil Ostoaga, tras haber cumplido sólo 13 años de condena, gracias a una reducción de pena por trabajo en prisión. En septiembre de 2005 Mercedes Galdós, la terrorista que más atentados criminales ha cometido por orden de la banda, quedó en libertad tras cumplir 19 años del límite máximo de 30 de cumplimiento efectivo, al aplicársele el Código Penal de 1973. Había sido condenada a un total de 829 años de prisión y, pese a ser una de las fundadoras del grupo Nafarroa de la banda asesina y reconocer su implicación directa en 17 asesinatos cometidos desde 1977, consiguió redimir hasta más de 10 años gracias a sus estudios de pedagogía y sus actividades de limpieza, aerobic, mecanografía o fútbol sala.
José Antonio Vivó Undabarrena era natural de Espinosa de los Monteros (Burgos). Tenía 49 años y estaba casado con Julieta Subijana, nacida en Francia pero oriunda de San Sebastián. Tenía seis hijos: tres estudiantes, dos casados y uno haciendo el servicio militar.
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