El 4 de febrero de 1979 fallecía el agente de la Guardia Civil ESTEBAN SÁEZ GÓMEZ como consecuencia de las graves heridas que sufrió en el atentado que la banda terrorista ETA cometió contra un convoy de la Guardia Civil en Tolosa (Guipúzcoa) el 29 de enero de ese mismo año.
Esteban Sáez Gómez formaba parte de un convoy de dos Land Rover con agentes de la Guardia Civil que custodiaba un camión cargado con 200 Kg de dinamita. En torno a las 8:20 horas de la mañana, miembros de la banda terrorista activaron una carga explosiva cuando el segundo Land Rover se hallaba a la altura del artefacto. La técnica utilizada en esta ocasión no fue distinta de la empleada en otros atentados similares llevados a cabo por ETA. Una vez más la carga había sido conectada a unos cables lo suficientemente largos como para que los asesinos situados en el extremo tuviesen posibilidades razonables de emprender la huida con éxito. La fuerte onda expansiva alcanzó la parte derecha del Land Rover y el techo del vehículo fue arrancado de cuajo.
Prácticamente la totalidad de los vecinos de la localidad pudieron oír la explosión.Nada más producirse la explosión, los miembros de ETA ametrallaron el vehículo atacado, pero los agentes que iban en el primer coche repelieron el ataque provocando la huida de los pistoleros monte a través, uno en dirección a Ibarra y otro hacia la zona de Prado Pequeño de Igarondo. Como ya ocurrió en el atentado de Azpeitia del 13 de enero, los etarras dejaron un segundo artefacto escondido para intentar asesinar a más guardias civiles. Este segundo artefacto, compuesto por 10 Kg de Goma 2 y metralla, fue desactivado por un equipo de artificieros de la Guardia Civil.
El atentado podría haber sido aún mayor si hubiesen explotado los cientos de kilos de dinamita que transportaba el camión al que daban escolta los guardias civiles. El estado de Esteban Sáez, con fractura de cráneo y shock traumático, fue calificado de gravísimo por los médicos que lo atendieron en la Clinica San Cosme y San Damián de Tolosa. Tras varios días debatiéndose entre la vida y la muerte, falleció el 4 de febrero a las 2:30 horas.
También resultaron heridos sus compañeros Manuel Ruiz Ligero, Ildefonso Sánchez Amil y Fernando Navarro. Manuel Ruiz Ligero, de 30 años, era natural de Socuéllamos (Ciudad Real), casado y con 4 hijos. Tardó tres años y siete meses en curar sus heridas (desgarro del ojo derecho y contusiones múltiples), aunque le quedó como secuela una reacción depresivo neurótica. Ildefonso Sánchez Amil, tenía 26 años y era natural de Melilla (en otras fuentes dicen que era de Adamuz, Córdoba) tardó seis meses en recuperarse de sus heridas (fractura escapular derecha y contusiones múltiples). Fernando Navarro, también herido, tenía 24 años.
El funeral por Esteban Sáez se celebró el 4 de febrero en la capilla del Hospital Militar, junto al del también guardia civil José Díaz Pérez, asesinado el día anterior en la puerta del cuartel de Andoain.
Por este atentado fueron condenados en 1991 Pedro Juan Odriozola Aguirre y Ángel Hernández Tiemblo a 25 años de reclusión mayor, además de a indemnizar a la familia de Esteban y a sus compañeros Manuel e Ildefonso.
Esteban Sáez Gómez era natural de Galinduste (Salamanca). Tenía 33 años, estaba casado y tenía un hijo.
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