En la tarde del jueves 9 de noviembre de 1978 la banda terrorista ETA asesinaba a tiros en Anzuola (Guipúzcoa) al trabajador de Altos Hornos de Vergara y militante de Unión de Centro Democrático (UCD) de Guipúzcoa, LUIS CANDENDO PÉREZ. Ocho balas, disparadas a bocajarro, acabaron con la vida de Luis en torno a las 19:30 horas.
Poco antes, hacia las siete, Luis Candendo había terminado su jornada de trabajo en Altos Hornos. Siguiendo su rutina diaria, iba a pasar el resto de la tarde con un grupo de amigos en una sociedad gastronómica, pero antes se dirigió a su domicilio para que su mujer, María Luisa Zabala, le diese un bocadillo. Cuando Luis llegó a su casa, tocó el claxon de su coche y su mujer salió para acercarle la merienda. Tras dejar el bocadillo en el asiento del copiloto, María Luisa vio que un individuo con pasamontañas se acercaba al vehículo de su marido y empezaba a disparar por la parte derecha del parabrisas, lo que provocó que saliera corriendo a esconderse en su domicilio. Inmediatamente, y mientras Luis intentaba abrir la puerta para huir, un segundo terrorista comenzó a disparar con una pistola a través de la ventanilla, vaciando el cargador de la misma. A continuación, emprendieron la huida en un vehículo. Aterrorizada, María Luisa entró gritando en la casa y les dijo a los niños "han matado a vuestro padre".
En el lugar de los hechos se recogieron diez casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum, de los que ocho habían impactado en el cuerpo de Luis. El vehículo utilizado para cometer el atentado, un Simca 1200, fue robado a punta de pistola a unos tres kilómetros del lugar del atentado, junto al campo de fútbol de la localidad. Al propietario le dijeron que no avisase a la Policía hasta las 22:00 horas. El coche fue localizado posteriormente en Vergara.
Varios miembros de la secretaría ejecutiva de Unión de Centro Democrático se trasladaron desde Madrid al día siguiente, 10 de noviembre, a Anzuola, donde se celebraron los funerales por el alma de Luis Candendo a las siete de la tarde. En el acto fúnebre, al que asistieron cerca de doscientas personas entre familiares y amigos de la víctima, se encontraban Manuel Núñez, secretario de organización y acción electoral del partido, y Jesús María Viana, vicepresidente del grupo parlamentario y coordinador de UCD, así como Jaime Mayor Oreja, dirigente centrista de Guipúzcoa.
Ese mismo día miles de personas se manifestaron contra el terrorismo en toda España, coreando lemas como "Vosotros, fascistas, sois los terroristas", "Aquí estamos, nosotros no matamos" y "Euskadi, hermanos, os apoyamos".
Luis Candendo Pérez de 42 años, era natural de Ribadavia (Orense) pero llevaba veinticinco años viviendo en Guipúzcoa. Estaba casado con María Luisa Zabala, natural del caserío de Iraeta, en Anzuola, y el matrimonio tenía tres hijos, de 13, 11 y 7 años. La esposa no sabía que estuviese amenazado y contó a los medios de comunicación que, aunque anteriormente tenía simpatías por Franco, en el momento de su asesinato había evolucionado hacia posiciones democráticas, estando muy de acuerdo con el proceso de Transición que España había emprendido. Tres años antes su suegro le había avisado de que por Anzuola circulaba el rumor de que estaba en la lista negra de ETA por su ideología franquista. Luis Candendo, que también había sido enlace sindical, era militante de la UCD de Guipúzcoa y hablaba perfectamente el vasco. Era íntimo amigo de José Fernando Artola Goicoechea, que sería también asesinado por la banda terrorista ETA muy poco después, el 30 de enero de 1979. María Luisa Zabala, viuda de Luis, fue una de las asistentes al funeral por Artola Goicoechea.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.