Manuel Lemus Noya tenía 46 años y era natural de Ponte do Porto (La Coruña). Allí fue enterrado y allí reposan sus restos en un panteón familiar. En la Costa de la Muerte apenas se conoce su historia, o el simple hecho de que un vecino de Ponte do Porto, en el término municipal de Camariñas, figure en la relación de víctimas del terrorismo etarra. Los contemporáneos sí recuerdan sus visitas a Ponte do Porto, pero poco más. El 29 de marzo de 2007 en el Camino de los Hoyos de Santurce se inauguró un monolito en memoria de las víctimas de ETA de la localidad, entre ellas Manuel. Fruto de un acuerdo de toda la corporación municipal se erigió una piedra de cantera sin pulir de 1,80 metros de alto y 1,40 de ancho, con una placa metálica en donde se puede leer, en castellano y euskera, "En homenaje a todas las víctimas del terrorismo".
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jueves, 6 de abril de 1978
Manuel Lemus Noya
El 6 de abril de 1978 fallece el policía municipal MANUEL LEMUS NOYA tiroteado por miembros de ETA en Santurce mes y medio antes. El 24 de febrero de ese año, en torno a las seis de la mañana, Manuel se dirigía a pie hacia su trabajo cuando fue ametrallado desde un coche. El atentado se produjo cerca del matadero, a la entrada del camino de Regales en el barrio de San Juan de Santurce.
Un testigo presencial del tiroteo contra Manuel manifestó que "fueron cuatro o cinco tiros, como una ráfaga corta de metralleta". Una de las balas penetró por debajo de la clavícula izquierda y salió por el hombro afectándole la tráquea, mientras que la otra entró por el costado izquierdo y salió por el lado derecho de la espalda.
Trasladado urgentemente al Hospital de Cruces por un conductor de autobús que se dirigía hacia su trabajo en un Seat 600, su estado fue calificado de muy grave. Después de evolucionar favorablemente en las dos primeras semanas después de su ingreso, le surgieron unas complicaciones pulmonares que derivaron en un paro cardiaco el 6 de abril.
El 12 de abril del mismo año, en la iglesia parroquial de San Jorge en Santurce, se celebró el funeral por el descanso de su alma que causó una fuerte polémica, cuando dos asistentes se colocaron junto al altar portando sendas banderas españolas, que el sacerdote ordenó retirar.Al día siguiente, ETA reivindicaba el atentado mediante un comunicado en el que afirmaba que Manuel era "una conocida persona" en el pueblo de Santurce "por ser Guerrillero de Cristo Rey".
Por el asesinato de Manuel sólo fue condenado en 1982 José Antonio Balgañón Bilbao a 12 años como cómplice. Balgañón fue quien hizo labores de información que facilitó, a principios de 1978, al grupo de etarras que llevaron a cabo el asesinato. De estos, no se sabe nada.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.