El 13 de marzo de 1977 ETA asesinaba en Mondragón (Guipúzcoa) al guardia civil CONSTANTINO GÓMEZ BARCIA. Murió en el acto a consecuencia de los disparos de escopeta efectuados por un grupo de terroristas contra el coche en que circulaba, en compañía de Miguel Santaella Carretero (malagueño de 25 años) y José Castaño Vázquez (sevillano de 26 años), también guardias civiles. Todos ellos estaban adscritos al puesto de Oñate de la Comandancia de Guipúzcoa.
Los hechos sucedieron en la madrugada del domingo, cuando Constantino y cuatro amigos abandonaron, vestidos de paisano, la sala de fiestas Alexander en Mondragón. Se subieron a un Renault 12, conducido por otro compañero del cuerpo, en compañía de su novia, que también se situó en la parte delantera. Cuando se encontraban a tan sólo doscientos metros del cuartel de la Guardia Civil, en el cruce de la carretera Beasain-Durango con la de Mondragón-Vergara, un vehículo se paró delante, obligándoles a hacer lo propio.
En ese momento, del primer vehículo descendieron dos jóvenes que, desde ambos lados del Renault 12, dispararon de forma indiscriminada contra el vehículo dos ráfagas con unas escopetas repetidoras de cañones recortados. De los ocupantes del asiento posterior, Constantino Gómez Barcía falleció en el acto, Miguel Santaella recibió heridas de pronóstico muy grave y José Castaño sufrió lesiones leves. Los pasajeros de los asientos delanteros, el conductor y su novia, se dieron cuenta del ataque y tuvieron tiempo de agacharse, por lo que resultaron ilesos.
En su llamada a La Voz de España cuarenta y ocho horas después reivindicando el atentado, la banda asesina señaló que era una venganza por la muerte la semana anterior de dos miembros de ETA (Nicolás Mendizábal y Sebastián Goikoetxea) en un enfrentamiento con la Guardia Civil en Zumárraga.
El impasse en la violencia terrorista, consecuencia de conversaciones secretas de ETA pm y ETA m con el Gobierno de cara a las primeras elecciones generales, se rompió con el ametrallamiento de Constantino y sus compañeros. Sería el primero de los 11 atentados mortales de ese año, año de la amnistía de todos los presos de ETA. El 9 de diciembre saldría de prisión el último etarra, Añat Galarraga. Sin embargo, desde entonces y durante los siguientes tres años, la ofensiva de la banda se recrudeció, con 246 asesinados en ese período conocido como "los años de plomo".
Constantino Gómez Barcia era de Lugo, aunque fue enterrado en Oviedo por motivos familiares. A su funeral asistieron más de mil personas. Su padre también perteneció a la Guardia Civil, igual que sus tres hermanos. Tenía 21 años y estaba soltero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.