La mañana del 13 de septiembre de 1974, terroristas de ETA colocaron una bomba en los servicios de la cafetería Rolando. El establecimiento, situado en el número 4 de la calle Correo, se encontraba a escasos metros de la Dirección General de Seguridad, por entonces ubicada en plena Puerta del Sol. Hacia las 14.30, una brutal explosión sacudió la cafetería. El artefacto estaba compuesto por treinta kilos de explosivos y tuercas de unos dos centímetros de diámetro que actuaron como metralla. El techo se derrumbó y decenas de personas quedaron sepultadas bajo los escombros. Nueve de ellas murieron el día del atentado y otras cuatro fallecieron posteriormente a causa de las heridas. Dos de ellos fueron María Josefina Pérez Martínez y su marido, Baldomero Barral Fernández, que eran padres de dos hijos. Alrededor de sesenta personas resultaron heridas, algunas de ellas con graves amputaciones. El atentado contra la cafetería Rolando fue el primer atentado indiscriminado de ETA contra población civil. Sus responsables nunca fueron juzgados.
Baldomero Barral Fernández, de 24 años, panadero. Natural de La Coruña, estaba acompañado de su esposa. Baldomero había sido boxeador profesional hasta 1971, ganando los títulos de campeón de Galicia de peso pluma y peso ligero.
María Josefina Pérez Martínez, de 21 años, esposa del anterior y también de La Coruña. El joven matrimonio estaba visitando Madrid. Tenían dos hijos, el mayor de ellos de tres años.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.