El 13 de septiembre de 1974 la banda terrorista ETA provocaba su primera masacre haciendo explotar una bomba en la cafetería Rolando de la calle del Correo, muy cerca de la Puerta del Sol en Madrid. La cafetería era frecuentada por policías de la Dirección General de Seguridad y por ello se convirtió en objetivo de la banda asesina.
Concepción Pérez Paino tenía 65 años. Trabajaba como administrativa en la sede de la Dirección General de Seguridad, situada en la Puerta del Sol. Sus compañeros de trabajo sabían que solía acudir a esa cafetería a tomar café, por lo que fue una de las primeras víctimas en ser identificada. Concepción fue enterrada al día siguiente en el cementerio de La Almudena de Madrid.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.