Antonio Alonso Palacín nació en Alhama de Aragón. Seis días antes de ser asesinado por ETA se había casado en la vecina Calatayud. Era empleado de una fábrica de motores. Antonio murió el 13 de septiembre de 1974, cuando miembros de ETA hicieron estallar una bomba en los aseos dela cafetería Rolando, en el número 4 de la calle Correo de Madrid, ocasionando una masacre sin precedentes en la que murieron trece personas y resultaron heridas otras sesenta, once de ellos agentes de Policía. La presencia de varios miembros de ETA en Madrid para preparar el atentado contra Carrero Blanco sirvió también para que se fijaran en la cafetería Rolando, debido a la proximidad del local a la Dirección General de Seguridad. Los etarras supusieron que los clientes del establecimiento serían policías y organizaron el atentado. La explosión hizo que el techo de la cafetería cayera sobre la gente que se encontraba dentro y su onda expansiva abrió los muros hasta la segunda planta del inmueble, provocando importantes daños en los pisos superiores y en las casas colindantes. ETA no quiso reconocer la autoría de esta acción terrorista que enfrentó a dos sectores en el seno de la banda.
María Jesús Arcos Tirado, de veintiocho años, era de Contamina, provincia de Zaragoza. Una semana antes, el 7 de septiembre, se había casado con Antonio Alonso Palacín. Ambos murieron en el atentado de la cafetería de la calle Correo. María Jesús trabajaba como telefonista en Alhama de Aragón. La foto de su boda, en blanco y negro, fue publicada en los periódicos tras el asesinato.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.