A las once y cinco de la noche del 25 de noviembre de 1985, la banda terrorista ETA volvía a asesinar, esta vez en Pasajes (Guipúzcoa) al guardia civil ISIDORO DÍEZ RATÓN, que fue ametrallado en el barrio de San Pedro de esta localidad, cerca del muelle. Isidoro y su compañero, el guardia civil Juan Corrales Pozas, tenían encomendada esa noche la vigilancia del puerto. Ambos guardias civiles se apearon del vehículo oficial, en la zona de pescaderías del puerto de Pasajes, en torno a las once de la noche. Entraron en un bar próximo y, al salir del mismo, fueron ametrallados por varios miembros de ETA que les estaban esperando en la calle. Mientras que Juan Corrales intentó repeler el ataque y consiguió esquivar los disparos refugiándose en el bar, Isidoro Díez recibió un impacto de bala y murió media hora después en el Hospital Nuestra Señora de Aránzazu, adonde había sido trasladado por una ambulancia de la asociación de ayuda en carretera Detente y Ayuda (DYA).
Los terroristas emprendieron la huida en un vehículo que había sido robado por la mañana en un garaje de San Sebastián, llevándose por la fuerza al propietario y a una segunda persona que le acompañaba. Ambos fueron encadenados a un árbol y abandonados en el monte de Ulía.
En el asesinato de Isidoro Díez Ratón participaron cuatro o cinco terroristas. En septiembre de 1989, fue juzgado y condenado por la Audiencia Nacional Pedro María Fernández Arguilea, alias Kepa Manejos, en el primer juicio celebrado tras el asesinato de la fiscal Carmen Tagle. La pena impuesta fue de 29 años de cárcel por atentado contra las Fuerzas de Seguridad con resultado de muerte, con los agravantes de alevosía y premeditación, y una segunda pena de 19 años por intento de asesinato en grado de frustración. Durante el juicio, Fernández Arguilea, miembro del grupo Pakito de ETA, fue expulsado de la sala cuando al finalizar el juicio manifestó que "quería rendir homenaje" a sus compañeros caídos.
Detenido en 1987, en junio de 1994 Kepa Manejos apareció en Televisión Española con el rostro oculto para criticar la "lucha armada" y colocarse a favor de las instituciones: "No tengo miedo a que me expulsen de ETA porque, si se sigue con la lucha armada, me salgo yo, me desvinculo solo". ETA dijo entonces en un comunicado que había hecho "el juego vergonzosamente al Estado español". Su imagen tapada fue identificada y días después aparecieron pintadas frente al domicilio de su hermana en Pasajes en las que le acusaban de traidor. En junio de 1995, y con la oposición del Partido Popular, la juez de vigilancia penitenciaria de Bilbao, Ruth Alonso, le concedió el tercer grado penitenciario habiendo cumplido sólo 8 años de los 70 a los que fue condenado (El País, 26/07/1995).
Otros tres presuntos autores del ametrallamiento fueron Alejandro Auzmendi Ilzarbe, Luis María Zabaleta Mendía y Miren Bakartxo Arzelus. Los tres murieron en un enfrentamiento con la Guardia Civil de Pasajes el 15 de enero de 1986 cuando fueron sorprendidos después de ametrallar a un camión francés en el mismo punto de la autopista Bilbao-Behovia desde el que se habían perpetrado con anterioridad acciones similares. En una de esas emboscadas contra camiones franceses fue asesinado hacía poco más de un año el policía nacional Mohamed Ahmed Abderrahmán.
Meses después, en diciembre de 1986, fue detenido Ignacio Orotegi Otxandorena, condenado también por el asesinato de Isidoro Díez Ratón. Con penas que suman 253 años de cárcel por distintos atentados, Orotegi no salió de prisión, prevista para 2007, por aplicación de la doctrina Parot, retrasándose su excarcelación a 2016. Orotegi ha sido uno de los últimos presos en decir "no" a ETA y pedir perdón a las víctimas. En octubre de 2011 ha firmado un documento de arrepentimiento uniéndose a lo hecho anteriormente por históricos asesinos de la banda, como Txelis y La Tigresa. Fuentes penitenciarias han señalado que, al menos en los últimos años, Orotegi ha sido un recluso ejemplar, por lo que fue trasladado desde la cárcel de La Lama a la de Zuera, en Zaragoza (ECD, 03/10/2011).
Isidoro Díez Ratón, de 39 años, estaba destinado en el Servicio Fiscal de Aduanas de la Guardia Civil. Era natural de Zamora, estaba casado y tenía cuatro hijos, con los que vivía en Irún. Llevaba nueve años destinado en Guipúzcoa.
Al día siguiente, 26 de noviembre, se celebró un funeral conjunto por los tres asesinados en los dos atentados del día anterior en la basílica de Santa María de San Sebastián con la asistencia del ministro de Defensa, Narcís Serra, entre otras personalidades.
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