Pasadas las once de la noche del 6 de abril de 1984, dos pistoleros de la banda terrorista ETA herían de gravedad a José que, vestido de paisano, se disponía a entrar en su domicilio de la calle Guipúzcoa, 17, de la localidad vizcaína. El agente, que se percató de la presencia de los dos terroristas, consiguió sacar la pistola de su cinturón para intentar repeler la agresión, pero no pudo evitar recibir dos impactos de bala en la cabeza.
Según testigos presenciales, un hombre y una mujer le dispararon dos ráfagas -una corta y otra larga- y se dieron a la fuga en un Renault 5 robado, en dirección al barrio de Andra Mari de Galdácano. En la declaración que el propietario del vehículo robado realizó en comisaría, aseguró que había sido abordado por un hombre y una mujer, que le conminaron a dirigirse a una urbanización ubicada en las afueras de Galdácano. Ahí le dejaron atado a un árbol.
En el lugar donde se produjo el atentado se encontraron seis casquillos, tres de ellos de la marca FN, una munición habitualmente empleada por el grupo terrorista ETA.
Enseguida acudieron al lugar de los hechos ambulancias de la Cruz Roja y vehículos de la Policía Nacional. El agente fue trasladado a la Clínica de la Virgen Blanca, donde le hicieron las primeras curas, pero a la vista de la gravedad de su estado, decidieron llevarle al Hospital de Basurto. A primeras horas del día siguiente, 7 de abril, fue intervenido quirúrgicamente. Tras la operación, su estado fue calificado de "muy grave". Se le practicó una traqueotomía y se mantuvo entre la vida y la muerte hasta que, finalmente, se produjo su fallecimiento el 18 de abril.
José Verdú Ortiz tenía 31 años y era natural de Alicante. Llevaba destinado en el País Vasco desde septiembre de 1983. Estaba casado y tenía dos hijos.
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