A las 8:15 horas del 17 de octubre de 1981 la banda terrorista ETA asesinaba en Santurce (Vizcaya) al cabo primero de la Guardia Civil SANTIAGO GONZÁLEZ DE PAZ. El agente había salido de su domicilio, situado en la calle Pedro Icaza, y se disponía a subir a su vehículo, estacionado a pocos metros del portal, con la intención de dirigirse a su trabajo en el puerto, ya que pertenecía al cuerpo de especialistas fiscales de la Guardia Civil. Cuando acababa de entrar en el automóvil, tres terroristas se situaron en un lateral del mismo y tirotearon a Santiago.
El cabo pudo salir del coche y caminar algunos pasos dando tumbos antes de caer muerto en el suelo de la acera de enfrente. Había recibido tres impactos de bala, uno en la cabeza y dos en el pecho. En el lugar de los hechos se recogieron seis casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum, marca SF. El cadáver de Santiago González fue trasladado al Hospital Civil de Bilbao, donde se le realizó la autopsia.
Los autores del atentado se dieron a la fuga en un taxi, del que se habían apropiado tras pedir sus servicios en Sestao. Al parecer los terroristas iban dando vivas a ETA mientras huían. Al llegar a la altura del cementerio de Portugalete, obligaron al taxista a introducirse en el maletero, donde estuvo retenido mientras cometían el atentado. Posteriormente, los etarras abandonaron el taxi en Sestao, de donde su propietario fue rescatado por un transeúnte que oyó ruidos dentro del maletero.
A mediodía se celebró en la Iglesia de San Jorge de Santurce el funeral por el guardia civil asesinado al que asistieron, además de los familiares de la víctima, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Marcelino Oreja; los gobernadores civil y militar de la provincia, el general de Zona de la Guardia Civil, el alcalde de Santurce y representantes del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Unión de Centro Democrático (UCD) y PSOE. El féretro, cubierto con la bandera de España y el tricornio del Cuerpo, fue introducido por sus compañeros en el templo, mientras una compañía de la Guardia Civil le rendía honores. Una vez terminado el oficio religioso, el féretro fue sacado de nuevo a hombros mientras una compañía militar interpretaba el Toque de Silencio, el Himno de la Guardia Civil y el Himno Nacional.
A continuación los restos mortales del guardia civil fueron trasladados al aeropuerto tinerfeño de Los Rodeos, donde llegó a última hora de la tarde a bordo de un avión militar. Posteriormente fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife, donde quedó instalada la capilla ardiente. Al día siguiente, domingo 18 de octubre, se ofició una misa de cuerpo presente tras la cual los restos mortales de Santiago González fueron enterrados en el cementerio de Santa Lastenia, de la capital tinerfeña.
Este asesinato ponía fin al paréntesis de ochenta y un días sin que la banda cometiese atentados con víctimas mortales. El último asesinato fue el cometido en Amurrio el 25 de julio cuando la banda terrorista acabó con la vida de Félix Galíndez Llano.
Santiago González de Paz tenía 30 años, estaba casado y era padre de dos niños de 5 años y once meses. Había nacido en Santa Cruz de La Palma (Santa Cruz de Tenerife), donde una calle lleva su nombre, e ingresó en el Instituto Armado en 1973. Llevaba casi dos años destinado en Santurce como cabo especialista de la Guardia Civil. Anteriormente estuvo destinado en la localidad guipuzcoana de Motrico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.